Discípulo de Nietzsche y de Kierkegaard, aunque cautivado por los grandes autores de la novela rusa Tolstói y Dostoyevski, el pensador ruso de origen judío Lev Shestov —conocido hasta ahora en España y Francia, su país de adopción, como Léon Chestov— se inclinó por el fragmento corto y el aforismo para ensayar un difícil presente en el que las utopías morales, sociales y políticas han perdido credibilidad. En la obra que publicamos, inédita en castellano, ensarta curiosas observaciones cargadas de ironía, en las que no ahorra críticas al positivismo y las «buenas intenciones» de la razón secularizada, heredera de la Ilustración. Además de filósofo combativo, Shestov cultivó la crítica literaria, por lo que fue tan admirado como denostado. Entre sus admiradores destacan pensadores de la talla de Edmund Husserl y Martin Buber. También dedicó estudios perspicaces a las obras de Dostoyevski, de Nietzsche, Kierkegaard, Pascal, Descartes y Spinoza, a quienes leyó atentamente toda su vida. Su pensamiento es un poliedro: antirracionalista, anarquista, y al mismo tiempo religioso en el sentido pascaliano del término, aunque impregnado de la obra de Nietzsche hasta que Kierkegaard reemplazó al pensador alemán. Shestov combatió nada más ni nada menos que a la misma historia de la filosofía occidental, de la que dijo que no era más que una larga batalla entre la razón y la fe, entre el secularismo y la religión, entre Atenas y Jerusalén.
Autor: Lev Shestov
Precio: $84,000